Antimaláricos con Viagra, Tamiflu falso y farmacias online engañan a pacientes desprevenidos en todo el mundo. En Estados Unidos, un equipo analiza estas supuestas medicinas con la última tecnología disponible.
Uno de cada cuatro medicamentos es falso.
Hasta ahora, el método para analizar medicamentos era lento y trabajoso: requería disolver la tableta en agua, filtrarla y luego observar el líquido resultante.
Pero un equipo de investigadores ha comenzado a aplicar una novedosa tecnología que permite analizar muestras muy rápidamente. Esto gracias a un aparato llamado espectómetro de masas.
Simplemente sosteniendo cualquier comprimido delante de esta máquina -provista de una fuente de ionización- se puede determinar su composición química.
Facundo Fernández, profesor del Instituto Tecnológico de Georgia, en Estados Unidos, e integrante del equipo de investigadores, dijo a BBC Ciencia que esto «es muy importante, porque en un solo día permite analizar unas 500 muestras».
Uno de cada cuatro = falso
El tema no es menor: la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que uno de cada cuatro medicamentos es falso. Mientras que en los países desarrollados el porcentaje es menor, en los países en desarrollo las medicinas falsas van «de 30% hasta 90%, dependiendo del tipo de drogas y el tipo de farmacia», según Fernández.
De todas maneras, es muy difícil hablar de estadísticas dado que la propia naturaleza clandestina y mutante de la industria de medicamentos falsos dificulta las mediciones.
Contrariamente a la creencia de que las drogas falsas son simplemente comprimidos inocuos o que están hechas de azúcar, la lista de «ingredientes activos incorrectos» en los medicamentos es muy larga y, a veces, peligrosa. Lo más común, explica Fernández, es encontrar compuestos baratos como el paracetamol, que disminuyen los síntomas de la enfermedad, o drogas antimaláricas obsoletas como la cloroquina.
Otro medicamento que se ha falsificado mucho últimamente es el Tamiflu, que a raíz de la desesperación mundial por la gripe porcina se vende como pan caliente, por internet y sin receta.
«Últimamente hemos encontrado artemicinina, que es un precursor de las drogas antimaláricas más modernas», explicó Fernández a BBC Ciencia.
El último descubrimiento: en tabletas de antimaláricos encontraron sildenafil, el ingrediente activo del Viagra. “El Viagra no tiene nada que ver con la malaria” aclaró el profesor, por las dudas, y agregó que«el mercado de Viagra falso es enorme. Es como jugar ruleta rusa, no se sabe cuándo a uno le puede tocar la bala».
Farmacias de mentira
Otro gran peligro es el de las farmacias por internet, donde es muy difícil distinguir qué drogas son legítimas. El profesor citó un estudio reciente que afirma que la probabilidad de encontrar medicamentos falsos en la red es de aproximadamente 60%.
«Algunas farmacias online son totalmente legítimas, pero muchas otras no».
«Los consumidores deben estar muy atentos», dice Fernández.
¿Cómo distinguir las buenas de las falsas? «Los consumidores deben estar muy atentos.Hay que fijarse que los certificados de la página y la dirección de internet sea correcta y usar el sentido común: si un medicamento es muy barato, desconfiar. ¿Por qué será tan barata?»
Además, el experto recomienda reportar la existencia de medicamentos presuntamente falsos a las autoridades locales.
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El negocio de las medicinas falsas resulta cada vez más atractivo para sus fabricantes: las ganancias potenciales son enormes y el castigo es mucho menor al que reciben, por ejemplo, los traficantes de drogas ilegales como la cocaína o heroína.
Además, los productores son cada vez más sofisticados y llegan a fabricar comprimidos iguales a los verdaderos, con envases prácticamente idénticos a las marcas confiables.
Peligros potenciales
Estas medicinas pueden ser inocuas si no contienen ningún compuesto químico y la enfermedad no es grave. Pero pueden ser mortales en algunos casos si tales químicos son peligrosos.
Otro peligro es que estos ingredientes activos generan resistencia en el paciente.
Por ejemplo, si la droga antimalárica no es buena, puede generar resistencia en los parásitos al medicamento «bueno».
Esto es particularmente preocupante teniendo en cuenta la enorme propagación y escala de esta enfermedad, que mata a unos 2.000 niños por día en África.
Fuente: BBC Ciencia, Link
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